Me gustan los pequeños detalles de la vida, ver salir el sol, que me empape una tormenta cuando estoy en la calle, el olor de la comida mientras se cocina, que te despierten con un beso. Las miradas que hablan, encontrarte en la calle a algún conocido que no veías desde hace tiempo, mirar las estrellas sin decir ni una sola palabra, leer un buen libro, oler una rosa, caminar descalza sobre el césped, saborear un helado, saborear tus besos, enlazar manos con una increíble facilidad, lágrimas de alegría, saltos de feliciad, gritos de triunfo, pequeños detalles que hacen que la vida sea mejor, aún mejor.

sábado, 1 de octubre de 2011

Vivirla hasta el final .

Al fin y al cabo todos somos personas. Todos queremos y somos queridos. Todos herimos y somos heridos. Todos tenemos un corazón que poco a poco va creciendo, para dentro. Todos amamos, volamos, sufrimos y lloramos. Hasta el más malo conoce lo que son las lágrimas. Y dicen que los valientes son esos que lloran con la cara descubierta, aquellos que no se avergüenzan. Aunque, al final de nuestra vida, solo recordamos las cosas buenas, esas que nos marcan positivamente. Que la vida son dos días y ya vamos por el segundo. Que los trenes solo pasan una vez. Que si te centras en las cosas malas de la vida luego no te da tiempo a aprovechar las buenas. Que la vida está para vivirla, para vivirla hasta el final .

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